lunes, 16 de junio de 2014

Yo no quiero que gane Colombia...

¿Cómo celebramos un partido del Mundial?

Les dimos a los griegos una muenda la hijue... decía un borracho en el alimentador el sábado a las 5 de la tarde.

Viva Colombia juepu... le respondía, en grito, otro borracho que luego soplaba su corneta a los pasajeros sobrios, que suspiraban, pacientes.

Debo aclarar que a mí me gusta el fútbol... lo que no me gusta es la afición por el mismo. En mi casa quizá me enseñaron mal y por ello no celebro los triunfos rompiendo cosas ni maltratando a los demás. No me imagino a mí de enano, a los 6 años, saliendo de clase a romper los vidrios de la cafetería gritando:

"¡Me saqué un 5 en ortografía! ¡Sí, soy mejor que todos ustedes ignorantes e iletrados...!".

No lo imagino así básicamente porque a esa edad no conocía la palabra "iletrado". Pero, además, porque aunque a los 3 yo era el malandro y abusón del preescolar ya a los 4 había entendido qué era la pobreza y el hambre y, también, que a veces no era tan chévere burlarse de los demás ni hacerlos sentir mal.

El sábado, cuando comenzaba el partido de "Mi" Selección Colombia tenía la esperanza que nos fuera bien, pero de manera mesurada. Entró el primer gol y lo celebré con los gritos de rigor y la filosofía de comentarista deportivo. "Bien, empezamos ganando". Cuando llegó el segundo me entró el fresquito que da el "Ya está asegurado este partido. Ya pueden jugar con tranquilidad y hacer juego bonito". Por ello, habiendo ya asegurado el partido, faltando 10 minutos para que terminara, me fui al Centro Comercial a hacer una diligencia... Obvio, la oficina de Atención al cliente de mi operador celular, que entre semana demora una hora o más en atender, y que los sábados es peor, me atendió en 5 minutos.

Cuando estaba entrando al Centro Comercial entró el tercer gol y dije: "¡Mierda...! ¡Me lo perdí en directo...!". Corrí a ver la repetición en la pantalla más cercana y luego, mientras caminaba al Atención al Cliente, continué: "¡Mierda...! ¡Con tres goles nos vamos a matar...!".


¿Celebraciones o Enfrentamientos?

Luego que la chica de Atención al Cliente me atendiera, a gritos, en medio de las cornetas de los hinchas del Centro Comercial, salí a tomar un tinto y chismear algunas tiendas. Cuando caminaba a mi casa veía por la calle zombies tambaleantes. Ojos rojos, cabezas grises por la harina, de caminar torpe y mirada perdida por el alcohol. ¿Cuánto tiempo había pasado después del partido? ¿Una hora? ¿Dos quizá?

Cuando terminaba el partido mi mamá salía de una terapia cerca a la Universidad Nacional. Sector que uno asume es de "gente bien", o sea, gente intelectual, familias decentes y demás prejuicios urbanos que uno se cree. Pues bien, cuando salía de su terapia, en compañía de mi hermana, se les abalanzaron hinchas que estaban echando harina a diestra y siniestra. Mi hermana, paisa recia, se enfrentó a ellos con sombrilla en mano recordándoles a sus queridas progenitoras en defensa de mi madre a quien, por problemas de pulmones, evidentemente un ataque de estos podría repercutir en varios días de crisis respiratoria. Incluso mi hermana intentó defender a una chica de tacones que al parecer iba para una entrevista de trabajo. Pero claro, el pensamiento popular dirá "¡Quién la manda!".

Mi hermano me contó que luego del partido en la calle había un grupo de 6 personas dando patadas a un rastafari quizá porque no le gustó que le echaran harina también.

En el Transmilenio que tomé las 5pm un hincha borracho estaba a punto de ganarse una muenda de dos no-hinchas sobrios porque estaba desesperante con su corneta.

A las 11pm tres hinchas borrachos pateaban las puertas de una estación de Transmilenio porque los de Transmilenio no fueron capaces de avisarles que hacía una hora había pasado el Último Servicio del bus que a ellos les servía... o_O

Esos sólo son los que yo vi y vieron mis hermanos. Sé que hubo trifulcas en varios lugares del país donde había encuentros multitudinarios.


Números

Extraoficialmente, según unos policías con los que hablaba ayer en la tarde, el parte de muertes por violencia futbolera fue de 11 fenecidos.

Según dijo la Policía Metropolitana, oficialmente, el número de riñas atendidas el día sábado superó los 3,000 enfrentamientos.

¡Y sólo fueron 3 goles y un solo partido!

Sinceramente yo no alcanzo a imaginar qué sucedería si... Dios, Yahvé, Odín, Buda o a quien corresponda... no lo quiera, nos diera por llegar a una Final de Mundial. ¿Recuerdan haber oído hablar de El Bogotazo? Eso sería apenas el borrador del modo en que esta hermosa patria celebraría un triunfo así.


Yo no quiero que gane Colombia

Sinceramente yo no quiero que gane Colombia. Nos falta mucha cultura y educación antes de merecer un triunfo así. Estamos tan acostumbrados a la violencia que ésta es la única forma en que podemos celebrar y validar nuestra posición frente a algo.

Llevamos tantos años fortaleciendo la guerra y la sed de sangre y violencia que olvidamos qué es celebrar con tranquilidad. Esa joda de la "Cultura ciudadana" apenas es un dulce recuerdo de hace mucho que apenas duró un par de años.

Ya vemos lo que nos hacemos en política ¿qué podemos esperar de lo demás?

No es mi primer día hablando de lo violentos e insensatos que somos. No hablo en contra del fútbol sino de la forma en que lo celebramos. Qué viva Colombia... pero que gane con moderación mandinga sea.
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Lunes 16 de Junio de 2014
...por la mañanita.