Estos días han pasado un poco lentos. Hace mucho rato que me estoy sentando frente al papel (o al computador) y no logro escribir algo que tenga un, siquiera, moderado valor estético.
No sé a qué atribuir esto. Pensé que a la pereza, pero en mí ella ha ido y vuelto toda la vida, desde siempre, y aun así en otros tiempos he logrado escribir al menos algunas pequeñeces. Talvez no solo han sido lentos, sino también solos. Días solos que no me han motivado mas que silencio y banal aburrimiento. Días que como hoy me inspiran a releer viejos textos y, luego saborearlos un poco, dejarlos relajarse en las comisuras del recuerdo y mi cerebro.
Hace mucho rato que no escribo aquello que se parecía a la poesía. Así que, de locos, Yo y mis demás, colgaremos un poco de eso mismo (casi poesía) del pasado cada semana... Ya veremos...!
1 comentario:
todo pasado siempre es poesia, porque si no que más podría ser si está declarado que el paso del minuto declara su propia muerte para dar nacimiento al minuto nuevo... el pasado se niega a ser muerte y se vuelve poesía... poesía que vive
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