Ayer estaba haciendo un último evento de colegio por la temporada del "Día del Idioma". Sí, una de esas actividades en las cuales los estudiantes leen un papel acerca de la vida de Cervantes, Shakespeare, Pombo, Gabo o el autor al que dedicaron el día, y una vez terminada su lectura el público aplaude animadamente por su gran elocuencia lectora.
De esos días en los que los alumnos realizan una obra de teatro de un día para otro, y sobre cualquier cosa, para completar el programa de la jornada. Este año supe de unos chicos de primaria que hiciero una "obra de teatro" sobre "Un noche en el museo". Sí, la película aquella.
Ayer, mientras iba al colegio, hablaba con la asesora de la editorial acerca de cómo nos había parecido la FILBO (Feria Internacional del Libro de Bogotá) y, basado en esa conversación, y en algunos datos sueltos por ahí en noticias, llegué a las siguientes observaciones:
De esos días en los que los alumnos realizan una obra de teatro de un día para otro, y sobre cualquier cosa, para completar el programa de la jornada. Este año supe de unos chicos de primaria que hiciero una "obra de teatro" sobre "Un noche en el museo". Sí, la película aquella.
Ayer, mientras iba al colegio, hablaba con la asesora de la editorial acerca de cómo nos había parecido la FILBO (Feria Internacional del Libro de Bogotá) y, basado en esa conversación, y en algunos datos sueltos por ahí en noticias, llegué a las siguientes observaciones:
1) ¡520,000 visitantes...! Hace muchos años no se veía ese tumulto de gente llegar a la feria. Superamos la cifra de 452,000 del año pasado.
Eso es, "TUMULTO". Más gente no significa mejores condiciones y mucho menos mayor calidad. La infraestructura de Corferias en muchos casos se queda corta y de la desinformación acerca de la programación o del dónde hallar dichas actividades, de los stands y todo lo demás... mejor ni hablemos.
2) ¡Se incrementaron las ventas en un 15%...!
Esto lo dice la feria con gran optimismo... Pero ese es el mismo porcentaje de gente que entró de más. O sea, SIGUIÓ IGUAL. Entiéndase, la cifra per cápita no creció. ¿Sí tienen claro lo del porcentaje? Porque si no es así pídanle a Parody que les explique. Si el año pasado fueron 452 mil personas y este año fueron 520... ¿Eso significa que...?
3) El gran fenómeno de la feria es que "los jóvenes están leyendo".
Ajá... ¿Leyendo qué? ¿Creció la compra de libros de cómics, libros de sagas de cine o series que dan en televisión o quizá de publicaciones realizadas por youtubers? Es claro, están leyendo... ¿PERO LEYENDO QUÉ?
¿Feria Internacional del libro?
La lectura sigue siendo una actividad de élite. Y no hago alusión a un grupo "superior" sino a un grupo "minoritario". La feria internacional del libro ni es Feria, ni es Internacional, aunque quizá sí lo sea del Libro.No es Feria porque, aunque algunos libros bajan de precio, el número de personas que no compra libros sigue siendo el mismo. Porcentualmente hablando. En términos prácticos los libros jamás han estado al alcance todos y como va el mundo quizá ya nunca pase.
Desconozco las razones por las que no hubo invitado internacional este año. Carecería de argumentos si criticara dicha falencia para esta versión de la FILBO. Pero lo que sí creo es que todas las veces que se ha tenido "invitado internacional" no ha tenido mayor repercusión en el descubrir de su literatura y de su cultura en el público de la Feria.
Que 1,000 o 50,000 personas pasen por un stand viendo pinturas japonesas o comiendo algo de la culinaria peruana no los hace comprar su literatura. Esos pabellones son semejantes a una "feria de fenómenos". "¡Oh mira! ¡Cosas raras de otros países!".
Nosotros no consumimos libros. Desconocemos de la producción literaria no sólo del extranjero sino que tampoco conocemos acerca de la literatura local. Alguien por ahí decía que nos vanagloriamos tanto de Gabo que no "necesitamos" conocer a los demás.
Y surge la pregunta: ¿Del libro? Si el libro fuera lo más importante de dicho evento todos saldríamos al menos con un ejemplar en la mano pero no es así. A veces casi me da pena con los niños que son arrastrados por sus padres por toda la feria sin que sepan qué carambas están haciendo allí. Mi contertulia fue la que hizo la anotación:
"¿A qué llevan a los pelados si no los dejan leer ni pueden comprarles libros? Eso es como si los pasearan por la zona de comidas de un centro comercial para después devolverlos a la casa cansados y con el estómago vacío".
Debería analizarse realmente qué es lo qué está pasando con la lectura en la actualidad. ¿Quiénes están escribiendo y quiénes los están leyendo?
Hoy día ninguno de nosotros, chicos o adultos, leemos más allá de los 140 caracteres a los que nos acostumbró la tecnología digital. Leemos solamente los titulares de la noticia, el texto del meme en FB o Twitter y, muy esporádicamente, logramos leer una noticia completa de la versión digital de la prensa escrita.
Ya ni los Blog se leen. O sea, si usted ha llegado hasta esta línea, dese una palmadita en la espalda y considérese un lector consumado.
La actividad de leer se ha vuelto algo tan light que hasta Cromos les dice brutas y aburridas a las mujeres de su propaganda y nadie se da cuenta de ello.
El leer y el escribir se ha vuelto algo tan del pasado que las palabras blog y bloguero comienzan a desaparecer del imaginario colectivo. Ahora existen son los "videoblogueros" y/o los youtubers. Y su influencia es tan fuerte que precisamente el mayor vendedor de la FILBO de este año fue un youtuber que apenas tiene cédula pero que tiene miles de seguidores, no sólo en Colombia, sino en varios países de latinoamérica.
No estoy diciendo que los youtubers sean mala influencia pero sí apunto a la necesidad de reconocer las nuevas dinámicas de la comunicación en la actualidad. ¿Cómo damos a conocer las producciones literarias? Ya sean clásicos o no, ya sean nuevas producciones o nuevas formas de literatura, hay que analizar dichas dinámicas.
Me perturba que un "niño" sea el mayor vendedor de la FILBO. No puedo decir que el youtuber Juan Pablo Jaramillo sea un tonto o que sea un pésimo escritor. Lo primero lo dudo porque es exitoso y lo segundo no me consta porque no me llamó la atención preguntar por su libro.
Las preguntas que me surgen son:
1) ¿Cómo hacer para que los escritores con experiencia puedan tener el éxito que tiene un joven como éste? 2) ¿Cómo hacer para que todos podamos acceder a más títulos literarios y no sólo a los 2 ó 3 que el bolsillo nos permite? Pero, aún más importante... 3) ¿Qué es lo que debemos hacer para que la lectura no sea sólo una moda donde los más vendidos son los autores de la serie de TV o de la película, o los presentadores o youtubers reconocidos?No lo sé. No es mi primer día haciéndome la misma pregunta pero espero, que por el bien de la lectura y la escritura, alguien encuentre esa respuesta.
PD: De las cifras de Bibliotecas.
Un FBcontacto apuntó lo siguiente:
"Compa, una pregunta inocente: ¿No habría que pillarse las estadísticas de las bibliotecas públicas? No necesariamente quien más compra es quien más lee, creo yo".Y le respondo:
¡Pero claro...! Yo he leído más de 40 libros de biblioteca por cada libro que he comprado... Y creo que me quedo corto con el porcentaje... Quizá esa cifra podría subir mucho pero mucho más.
El caso es que ahí hablé macumba varia pero, lo realmente importante, es que esas cifras o son para vanagloriarse. Sólo demuestran que la cosa sigue igual, al menos en la Feria.
Falta ver qué ha pasado en las bibliotecas públicas y en los colegios.
A lo que yo apunto en la Nota es que a la Feria no se va a comprar libros. En muchos casos ni a verlos... Sólo se va, pero ni se sabe por qué.
Y no lo digo por la mayoría de mis conocidos (en su mayoría universitarios, profesionales y demás) que pertenecen a la élite que le gusta leer y comprar libros. Sino por el mayor porcentaje de visitantes que van porque el pagar la boleta y ver los stands era algo que "tenían que hacer".
Yo conocí la BLAA (Biblioteca Luis Ángel Arango) a los 10 años. Desde ese entonces, y hasta hace muy poco*, yo iba a ver libros a las librerías para saber qué podría llamarme la atención para luego ir a la BLAA y pedirlo prestado, cuantas veces fuera necesario, hasta terminarlo.
Sí, la pregunta estaría más enfocada a cómo fomentar no sólo la promoción de lectura sino también la producción de textos y a facilitar la adquisición de los mismos.
¿Rebajando precios? ¿Hacer promoción en redes sociales? ¿Cambiar el sistema educativo? No lo sé... Planteaba solamente la duda. Realmente soy muy tonto para atreverme a dar una respuesta.
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Por @PabloTorresM
Jueves 5 de Mayo de 2015
...por la nochecita.
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*Digo que hasta hace poco iba porque, debo aceptarlo, ya no tengo tiempo o me da pereza la caminada hasta la biblioteca. Me he vuelto un viejo chocho. #Snif
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