¿Amor o amistad?
Dos textos disímiles. Uno humoristicoide y otro con sentimiento compadre...!
Por estos días son comunes las fiestas y juegos que vienen y van propios de mes de septiembre. Es tonto hablar, o reiterar, que el título otorgado a éste mes es meramente comercial (“Mes del Amor y la Amistad”). Precisamente al lado de las funciones de cuentería que han salido por estos días se me ha ocurrido criticar el primero de estos sentimientos, de una manera escueta y corta. Pero pa’l segundo hoy envío sencillamente un saludo. Un abrazo y mis afectos.
Amor
En muchos momentos de nuestras vidas hemos pensado que ese sentimiento llamado AMOR no existe...! Sobre todo en esos momentos en que hemos estado imperativa y extensamente solteros, desesperada e inevitablemente desparchados en un fin de semana (...o el día del amor y la amistá), o en los que al terminar una relación, mientras nos rascamos la cabeza, todos nos preguntamos “¿qué pasó?”. El amor, en momentos así, no existe.
Una conclusión, para mí, surgida en una de esas épocas, fue que el “amor” no es más que un virus, o incluso una enfermedad sicosociopatológica, que se manifiesta tal cual como una adicción.
Dice en una página de adicciones: “La adicción es una enfermedad primaria, que afecta al cerebro...” Digo yo: Todo aquel que es tocado por el “amor” o el “enamoramiento” en el común de los casos se vuelve estúpido... ¿No...!? Definitivamente afecta al cerebro.
“...El origen de la adicción involucra factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales. Se dan cambios neuroquímicos y existe predisposición biogenética a desarrollar esta enfermedad”. Sí, esta enfermedad existe en toda la sociedad. Y casi nadie es consciente de las TOXINAS que la producen... se llaman FEROMONAS...!
Los efectos que producen estas sustancias en el cuerpo coinciden con los producidos por los narcóticos. Disminuyen el DOLOR “...no sólo reduciendo su percepción, sino alterando también la forma de reaccionar ante él...”. Palabras más, tras de volvernos tarados también comenzamos a percibir el dolor con gracia, o sea, nos comienza a gustar esa vaina del sufrir...!
“Producen una sensación intensa de bienestar (euforia). Este sentimiento es en parte responsable de la conducta psicológica [o sea, patológica...!] que exhiben algunas personas para obtener y autoadministrarse estos fármacos”. Sentimos placer ante las distintas circunstancias relacionadas con los entes (parejas) que nos despiertan estas emociones. Y a pesar que en muchos de los casos sufrimos un continuo malestar con esas relaciones sólo recordamos el jijuemichica placer físico. Porque eso que llamamos sentimiento y emoción no es más que una reacción química de placer.
“Cuando los narcóticos se consumen en grandes dosis de forma crónica tienen la capacidad de inducir tolerancia (el organismo requiere una dosis cada vez mayor para alcanzar el mismo efecto), y al final producir dependencia física y psicológica, o adicción”. Sin palabras... Eso es el amor...! Una adicción irracional y meramente fisicoquímica. Podríamos entender incluso porque para satisfacer la pérdida del ente que lo producía tenemos que caer en otras adicciones... bebibles y fumables...!
Algunos dirán “que resentido”. Y van a ver y es cierto. Y sí, aún sigo sólo. Yo creo que es porque ninguna chica me entiende... jajajaja...!
La Amistad (Despidiendo a otra viajera que parte para más allá de nuestro pensamiento)
La amistad es circunstancial. Si yo no hubiese entrado a ese colegio, o a esa carrera, o a ese bar, o a esa papelería, o sólo me hubiera tomado un café y no tres, o no hubiese tomado colectivo sino taxi... no hubiera conocido a esa persona.
Cuando uno hace memoria de cómo conoció a éste o a aquella se da cuenta que la mayoría de las veces es tan ambiguo pero al mismo tiempo como tan predeterminado por una joda parecida al destino que uno no sabe qué pensar. Sobre todo cuando viendo su perfil de Cara-Libro uno se da cuenta que algunos de los amigos en común pertenecen a circunstancias totalmente ajenas a las que le conocimos a él o ella.
¿Qué es la amistad? Es una joda, circunstancial, de coincidencias, apegos, gustos, temperamento, humor y constancia. Si coincidimos en esas vainas somos “amigos”. De lo contrario apenas somos “conocidos”. Los más cercanos son comúnmente con los que aparecemos en las fotos. Pero también, los más bacanos, son los que recordamos sin fotos. Sólo por el aroma de un café o un cigarrillo, por el acorde de una canción, el recuerdo de un paseo o una fiesta, o por la emoción de una película.
Septiembre, y esta época, me ha dado algunos buenos amigos y, también, se ha llevado a otros varios. Una imagen que recuerdo de la película “Amélie” es cuando el anciano Colére llega a su casa después del funeral de uno de sus amigos y lo borra de su agenda. Hoy borré el número cuatro (al quinto no le tenía en agenda). Hace un año se fue el gringo (David), hace dos (por esta misma época) se fue el enano (Álvaro)... y tiempo más atrás la Zapata.
Hace tres día se fue la chica Cordero. En este momento recuerdo algo de su guitarrra, un par de dibujos y, sobre todo, su sonrisa. Esa sonrisa que a veces escondía en una mirada de "soy chica mala... pero mentiras... Soy de las buenas...!".
Uno entiende que viaje un tío, un abuelo (mi bisabuelo se fue en ésta misma década) que son personas mayores... pero con ellos es otra cosa. Todos, salvo el gringo que era contemporáneo, eran menores que yo... gente que conocí en la universidad... Unos peladitos...!
Uno recuerda entonces muchas cosas ...y a veces lamenta no haber hecho otras. Pero sobre cualquier cosa agradece las sonrisas y los momentos con todos ellos. Particularmente la imagen que de tengo de cada uno de ellos siempre es sonriendo... unos re-bacanes...!
Mohachos... No es mucho lo que quiera decir realmente. Sólo tal vez que se cuiden mucho. Su salud, su alimentación, sus costumbres. Si es necesario ayudarles con eso no más es que digan... Todo el café que les prohiba su médico aquí se les recibe... Todo el alcohol que tengan que negarse yo, humilde y desinteresadamente, me sacrifico por los amigos...
Pero en serio, y sobre todo, mohachos... vivan bien, y sobre calquier cosa gocénsela todo el tiempo que puedan.
Se les estima en la buena.
Dos textos disímiles. Uno humoristicoide y otro con sentimiento compadre...!
Por estos días son comunes las fiestas y juegos que vienen y van propios de mes de septiembre. Es tonto hablar, o reiterar, que el título otorgado a éste mes es meramente comercial (“Mes del Amor y la Amistad”). Precisamente al lado de las funciones de cuentería que han salido por estos días se me ha ocurrido criticar el primero de estos sentimientos, de una manera escueta y corta. Pero pa’l segundo hoy envío sencillamente un saludo. Un abrazo y mis afectos.
Amor
En muchos momentos de nuestras vidas hemos pensado que ese sentimiento llamado AMOR no existe...! Sobre todo en esos momentos en que hemos estado imperativa y extensamente solteros, desesperada e inevitablemente desparchados en un fin de semana (...o el día del amor y la amistá), o en los que al terminar una relación, mientras nos rascamos la cabeza, todos nos preguntamos “¿qué pasó?”. El amor, en momentos así, no existe.
Una conclusión, para mí, surgida en una de esas épocas, fue que el “amor” no es más que un virus, o incluso una enfermedad sicosociopatológica, que se manifiesta tal cual como una adicción.
Dice en una página de adicciones: “La adicción es una enfermedad primaria, que afecta al cerebro...” Digo yo: Todo aquel que es tocado por el “amor” o el “enamoramiento” en el común de los casos se vuelve estúpido... ¿No...!? Definitivamente afecta al cerebro.
“...El origen de la adicción involucra factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales. Se dan cambios neuroquímicos y existe predisposición biogenética a desarrollar esta enfermedad”. Sí, esta enfermedad existe en toda la sociedad. Y casi nadie es consciente de las TOXINAS que la producen... se llaman FEROMONAS...!
Los efectos que producen estas sustancias en el cuerpo coinciden con los producidos por los narcóticos. Disminuyen el DOLOR “...no sólo reduciendo su percepción, sino alterando también la forma de reaccionar ante él...”. Palabras más, tras de volvernos tarados también comenzamos a percibir el dolor con gracia, o sea, nos comienza a gustar esa vaina del sufrir...!
“Producen una sensación intensa de bienestar (euforia). Este sentimiento es en parte responsable de la conducta psicológica [o sea, patológica...!] que exhiben algunas personas para obtener y autoadministrarse estos fármacos”. Sentimos placer ante las distintas circunstancias relacionadas con los entes (parejas) que nos despiertan estas emociones. Y a pesar que en muchos de los casos sufrimos un continuo malestar con esas relaciones sólo recordamos el jijuemichica placer físico. Porque eso que llamamos sentimiento y emoción no es más que una reacción química de placer.
“Cuando los narcóticos se consumen en grandes dosis de forma crónica tienen la capacidad de inducir tolerancia (el organismo requiere una dosis cada vez mayor para alcanzar el mismo efecto), y al final producir dependencia física y psicológica, o adicción”. Sin palabras... Eso es el amor...! Una adicción irracional y meramente fisicoquímica. Podríamos entender incluso porque para satisfacer la pérdida del ente que lo producía tenemos que caer en otras adicciones... bebibles y fumables...!
Algunos dirán “que resentido”. Y van a ver y es cierto. Y sí, aún sigo sólo. Yo creo que es porque ninguna chica me entiende... jajajaja...!
La Amistad (Despidiendo a otra viajera que parte para más allá de nuestro pensamiento)
La amistad es circunstancial. Si yo no hubiese entrado a ese colegio, o a esa carrera, o a ese bar, o a esa papelería, o sólo me hubiera tomado un café y no tres, o no hubiese tomado colectivo sino taxi... no hubiera conocido a esa persona.
Cuando uno hace memoria de cómo conoció a éste o a aquella se da cuenta que la mayoría de las veces es tan ambiguo pero al mismo tiempo como tan predeterminado por una joda parecida al destino que uno no sabe qué pensar. Sobre todo cuando viendo su perfil de Cara-Libro uno se da cuenta que algunos de los amigos en común pertenecen a circunstancias totalmente ajenas a las que le conocimos a él o ella.
¿Qué es la amistad? Es una joda, circunstancial, de coincidencias, apegos, gustos, temperamento, humor y constancia. Si coincidimos en esas vainas somos “amigos”. De lo contrario apenas somos “conocidos”. Los más cercanos son comúnmente con los que aparecemos en las fotos. Pero también, los más bacanos, son los que recordamos sin fotos. Sólo por el aroma de un café o un cigarrillo, por el acorde de una canción, el recuerdo de un paseo o una fiesta, o por la emoción de una película.
Septiembre, y esta época, me ha dado algunos buenos amigos y, también, se ha llevado a otros varios. Una imagen que recuerdo de la película “Amélie” es cuando el anciano Colére llega a su casa después del funeral de uno de sus amigos y lo borra de su agenda. Hoy borré el número cuatro (al quinto no le tenía en agenda). Hace un año se fue el gringo (David), hace dos (por esta misma época) se fue el enano (Álvaro)... y tiempo más atrás la Zapata.
Hace tres día se fue la chica Cordero. En este momento recuerdo algo de su guitarrra, un par de dibujos y, sobre todo, su sonrisa. Esa sonrisa que a veces escondía en una mirada de "soy chica mala... pero mentiras... Soy de las buenas...!".
Uno entiende que viaje un tío, un abuelo (mi bisabuelo se fue en ésta misma década) que son personas mayores... pero con ellos es otra cosa. Todos, salvo el gringo que era contemporáneo, eran menores que yo... gente que conocí en la universidad... Unos peladitos...!
Uno recuerda entonces muchas cosas ...y a veces lamenta no haber hecho otras. Pero sobre cualquier cosa agradece las sonrisas y los momentos con todos ellos. Particularmente la imagen que de tengo de cada uno de ellos siempre es sonriendo... unos re-bacanes...!
Mohachos... No es mucho lo que quiera decir realmente. Sólo tal vez que se cuiden mucho. Su salud, su alimentación, sus costumbres. Si es necesario ayudarles con eso no más es que digan... Todo el café que les prohiba su médico aquí se les recibe... Todo el alcohol que tengan que negarse yo, humilde y desinteresadamente, me sacrifico por los amigos...
Pero en serio, y sobre todo, mohachos... vivan bien, y sobre calquier cosa gocénsela todo el tiempo que puedan.
Se les estima en la buena.
Pablo T.
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